¿Por qué es importante la nutrición en los enfermos cirróticos?

La nutrición es uno de los cuidados más importantes en los pacientes con cirrosis. Tenga en cuenta que a través del hígado van a pasar todos los nutrientes que comemos y que el hígado va a decidir si almacenarlos, modificarlos, usarlos para producir otras sustancias o eliminarlos si pueden ser tóxicos. 
Los pacientes con cirrosis tienen alteradas muchas de estas funciones, por lo que la alimentación puede mejorar o empeorar los síntomas del paciente y siempre van a presentar malnutrición en mayor o menor grado.

Se ha comprobado que la presencia de malnutrición puede:

  • Empeorar los síntomas de los pacientes con cirrosis
  • Aumentar el riesgo de infecciones
  • Aumentar las necesidades de ingreso hospitalario
  • Incrementa incluso el riesgo de muerte!

Son síntomas de tener malnutrición: la pérdida de peso inexplicable, la debilidad, la pérdida de apetito y la pérdida de masa muscular sobre todo en la cara, brazos y muslos.

¿Cuánto y que puedo comer?

Esta es una pregunta importante, su médico le hará un cálculo aproximado de cuántas calorías debe usted ingerir al día. La cantidad de calorías que debe usted ingerir estará en función de su peso actual, de cual debería ser su peso ideal en función de su talla (las personas obesas necesitan menos calorías que las delgadas),  de si está reteniendo líquidos (edema o ascitis) y de si su metabolismo está aumentado o no (algunos pacientes presentan lo que se denomina hipermetabolismo cuando la cirrosis está descompensada).

El peso “seco” es el peso que tendría un paciente si no presentase edema o ascitis. El peso seco se usa para el cálculo del índice de masa corporal (IMC), este cálculo es muy sencillo consiste en dividir el peso seco por la estatura en metros elevada al cuadrado.  Tras hacer el cálculo se obtiene un número, si ese número está por debajo de 25 el paciente necesita al día entre 25 y 40 calorías por kg de peso, si el numero está por encima de 25 hay que saber cual sería el peso ideal del enfermo en función de su talla (eso se calcula multiplicando 25 por la estatura en metros al cuadrado) y después calcular entre 20 y 35 calorías por cada kilo de peso ideal.

Un paciente cirrótico debe comer entre 4 y 6 veces al día, esto supone tomar una comida cada 4h aproximadamente y un suplemento media hora antes de ir a dormir. Las suma total de las calorías de cada comida tiene que ser al final las calorías totales que le ha pautado su médico.

Ya conocemos cuantas calorías necesita un paciente con cirrosis, y como distribuir ese número total de calorías a lo largo del día, cuantas calorías se asignan a cada comida. El siguiente paso es conocer como repartir esas calorías en los distintos componentes de una comida.

En la composición de cualquiera de las comidas que tomamos al día encontramos proteínas, hidratos de carbono y grasas, además hay otros elementos importantes como las vitaminas o los minerales, pero estos últimos cuentan poco desde el punto de vista calórico.


El aspecto mas importante en la nutrición de los pacientes con cirrosis es el aporte de proteínas. Es fundamental asegurar una aporte de proteínas de entre 1.2 a 1.5 gr/kg de peso ideal cada día, preferiblemente con un equilibrio entre proteínas de origen animal y vegetal. Ejemplos de alimentos ricos en proteínas son la carne roja, el pollo y el pescado.

El segundo componente de la dieta son los hidratos de carbono que deben ser el 45-55% del total de la dieta. En los pacientes que realizan ejercicio físico deben ser al menos un 55% de la dieta. Son ejemplos de alimentos ricos en hidratos de carbono el arroz, las legumbres secas y la pasta.

El resto de calorías una vez se han aportado las proteínas y los hidratos de carbono son los lípidos (grasas).

Es fundamental mantenerse hidratado a nos ser que su médico le recomiende lo contrario, mas o menos se aconseja tomar 1 ml de agua por cada kcal incluida en su dieta, por ejemplo, si su dieta es de 1600 kcal debería tomar 1500 ml de agua al día.

Un aspecto muy importante en la nutrición es que se debe evitar tomar sal o en todo caso menos de una cucharadita pequeña rasa al día, tomar sal puede hacer que retenga líquido y que incluso empeore el funcionamiento de los riñones.

Por último se aconseja tomar calcio, más o menos 1000 mg al día repartido en las cuatro tomas el queso, la leche y el yogur son alimentos ricos en calcio. Para que se haga una idea medio vaso de leche aporta unos 130 mg, y 100 gr de queso son 500 g de calcio.

¿Que son los suplementos y por que son importantes?


El hígado es el principal almacén de glucosa del organismo, la almacena en forma de una sustancia que se llama glucógeno. Cuando una persona sana está en ayunas el hígado se encarga de liberar la glucosa que está en el glucógeno a la sangre para que así esté a disposición de otros órganos. Los pacientes cirróticos tienen muy disminuida esa capacidad de almacenar glucógeno y por la noche, cuando el paciente está dormido y no puede comer cada 4h como durante el día, al no tener glucógeno tiene que obtener la glucosa para el resto de los órganos a partir de otras sustancias, en general a partir de las proteínas y eso lo que provoca es que el enfermo pierda masa muscular y se encuentre desnutrido.

Para solucionar esto durante el día es muy importante que las comidas no estén espaciadas mas de 4 horas y por la noche, media hora antes de acostarse tomarse un suplemento que sea rico en hidratos de carbono.

Su médico le prescribirá seguramente alguno de estos suplementos, son fáciles de preparar y de adquirir en farmacias, también puede encontrarlos en centros comerciales, pero tenga cuidado!, la mayor parte de ellos suelen contener sal y podrían ser contraproducentes. El suplemento ideal es aquel que aporta entre 200 y 400 kcal, con un aporte entre 20 y 40 gr de proteína y SIN sal.

Visite esta página con frecuencia, iremos poniendo recetas para que pueda cumplir fácilmente su dieta!